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En un emotivo acto, que se llevó a cabo a mediodía del viernes 23, la biblioteca que el Departamento de Ciencias de la Salud posee en dependencias del Hospital Militar fue bautizada como “Licenciada Adriana Noemí Ilincheta”, en homenaje a una docente de esa unidad académica recientemente fallecida.

La imposición del nombre de la licenciada Ilincheta fue decidida por el Consejo Superior Universitario (CSU) en su sesión del miércoles 7 de junio último, cuando dio luz verde a una iniciativa del Departamento para el homenaje.

Los recuerdos de sus compañeros y familiares coinciden en que la vocación por la enfermería despertó pronto en la vida de la docente, que comenzó a estudiar la carrera en esta Casa hasta que fue cerrada por la última dictadura cívico militar, en 1976.

Fue ante esa encrucijada personal donde se evidenció un ejemplo de la reivindicación de la enfermería como campo de estudios de jerarquía universitaria y carácter autónomo respecto de la formación médica: aunque su familia le había propuesto financiar estudios en medicina en otros centros universitarios, Ilincheta reafirmó su vocación por la enfermería como opción académica y partió rumbo a Córdoba, donde se recibió. Cuando regresó a Bahía Blanca, lo hizo como una de las primeras licenciadas en Enfermería de la ciudad, y trabajó tanto en centros asistenciales como de formación.

Esa trayectoria fue tomada en cuenta por los miembros del CSU, que en los considerandos plasmados en la resolución mencionaron que “trabajó durante 27 años en la formación de enfermería desde distintos ámbitos de la educación superior y universitaria” y subrayaron que “participó activamente en las dos comisiones que se formaron para la creación de la Licenciatura en Enfermería, fiel a su firme convicción acerca de la importancia que para la profesión tendría el acceso a la formación universitaria”.

Palabras similares se escucharon en las evocaciones que incluyó el acto del viernes 23, y que estuvieron a cargo del secretario Académico del Departamento, Pablo Badr; la coordinadora de la Licenciatura en Enfermería, Ana Leidi; la vicerrectora de la UNS, Claudia Legnini; y Mónica Ilincheta, hermana de Adriana.

“Se me ocurre en principio una palabra que define  una cualidad que la caracterizó siempre: generosidad”, la recordó Leidi. “Esa generosidad que la llevó con frecuencia a posponer sus propios intereses  priorizando la necesidad  del  otro: fuera un  familiar,  un amigo, un paciente, un vecino. Esa generosa entrega que impregnó todos los espacios en los que se desempeñó  y de la que  nos  enriquecimos  todos los que tuvimos el privilegio de  trabajar junto a ella en distintos espacios”, agregó.

Respecto de su participación universitaria, la actual coordinadora de la carrera de Licenciatura en Enfermería de esta Casa recordó que Ilincheta estaba “convencida de  la importancia de llevar la formación profesional al espacio académico al igual que las otras disciplinas del campo de la salud”.

Finalmente, Leidi recordó otra faceta de la docente: su amor por la lectura y su sensibilidad la llevaron a incursionar en la poesía. Ese espíritu queda reflejado en el poema “La paciente del cuarto 25”, publicado en el primer número de la revista Tiempos de Enfermería, en 1996, y leído en el acto del viernes 23.  Aquí, sus versos:

La paciente del cuarto 25                           

No me mires a los ojos.

Por favor, no lo hagas.

Prefiero cuando entornas los párpados

y giras la cabeza

sobre la almohada

y contestas que estás un poco mejor

y qué hice el fin de semana.

Cómo quisiera tocarte la frente

pálida, sudorosa

y  con un sana sana

borrar tus dolores.

Contestar que pronto

 te darán el alta

mientras aliso tus sábanas

cuando transpones la puerta

del cuarto 25

me  clavas tus pupilas oscuras.

Te sonrío, entonces

entorno los párpados

giro la cabeza sobre la almohada

y te pregunto

que hiciste el fin de semana.