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Martes 14 de mayo de 2024

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CIENCIA Y TECNOLOGÍA - Inédita propuesta con fines solidarios

Dir. de Comunicación Institucional | 18-03-2024 12:00

Material de archivo
 

Tienen un costo de 120 mil pesos cada una y se construyen en un día. Ya se entregaron a siete familias bahienses de barrios carenciados. Transformar la poda en energía sostenible es uno de los objetivos.

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imagen de la noticia: Treinta voluntario se sumaron a la propuesta.

Treinta voluntario se sumaron a la propuesta.

Una innovadora iniciativa de un investigador del CERZOS (UNS- CONICET) y el titular de una Pyme permitió que siete familias vulnerables de nuestra ciudad cuenten gratuitamente con calefacción e incluso puedan cocinar, con unas estufas especiales. Permiten aprovechar los restos de los árboles caídos por el trágico temporal del 16 de diciembre. Es el primer resultado del proyecto “Eco-Arco Bahía Blanca, Estufas Sociales Isleñas”, a cargo del biólogo Pablo Postemsky y el ingeniero Pablo Kulbaba, que se basó en una propuesta desarrollada en el Delta del Tigre.

Sólo son necesarios un tambor de aceite de 200 litros, algunos ladrillos y 110 kilogramos de una mezcla de arena común, cáscara de girasol, paja de arroz y arcilla y otros materiales que pueden conseguirse de manera reciclada, para hacer cada una de ellas y aprovechar toda la biomasa de ramas y árboles disponibles en la ciudad. Ya están instaladas en hogares locales, como inicio de un plan más ambicioso. 

La estufa es ecológica, barata, con fines solidarios y además fue construida de forma comunitaria por voluntarios, con aportes logísticos o económicos de diferentes actores. Recibieron donaciones de particulares, de empresas, de la UNS, del CONICET y de la Facultad Regional de la Universidad Tecnológica Nacional, además del Municipio local. 

“Teníamos un antecedente de trabajo juntos del año 2020, donde realizamos una estufa para invernadero de hongos. Luego del temporal, creímos posible hacer uso de los desechos de los árboles caídos con este nuevo modelo de “estufa social isleña”. Con 30 voluntarios, que fueron capacitados, logramos hacer posible el plan “Siete estufas en siete días”, lo que permitió colocarlas en esa cantidad de hogares ubicados en la zona sur bahiense, como “Más Barrios”, “Napal”, “Ser comunidad” y “Loma Paraguaya”. 

“Transformar la poda urbana en energía sostenible” es parte del objetivo, citó Postemsky, teniendo en cuenta una consecuencia del temporal como es la cantidad de árboles afectados. 

“La poda en general genera dificultades en el manejo, por eso es una buena forma de resolver el acopio. En estas estufas la combustión es eficiente para quemar las ramas finas. La idea es hacer un circuito de poda, porque lo bueno de estas estufas es que se utilizan las ramas más finas. El interés de diversos actores permitirá seguir haciendo más”, dijo Postemsky. 

Una suma de voluntades, junto a conocimientos científicos, posibilitó el plan y aún más, soñar con ampliarlo, especialmente por la llegada de la época invernal.

“Se pueden utilizar incluso otros elementos, como el mismo barro de las viviendas o aserrín. Dos donaron donó dinero, otro vecino donó la arena, otras firmas donaron los materiales de colocación, la cáscara de girasol y la paja de arroz las sacamos del laboratorio de Hongos del CONICET, en el patio de mi casa hicimos algunos prototipos, otros pusieron sus vehículos, un poco de todo”, contó el especialista.

“Se utiliza el principio de las estufas Rocket, que necesitan combinar en un fuego turbulento, aire en cantidad específica, para lograr la combustión completa acorde al volumen de leña que ingresa en la cámara de fuego. Así se consiguen temperaturas altas en muy poco tiempo, alrededor de 500 grados centígrados en la chimenea interna, por lo que se consigue climatizar una vivienda rápidamente y se suma el efecto de “inercia térmica” que proveen los materiales sólidos calentados, similar a lo que ocurre en un horno de barro. A diferencia de las salamandras, que no alcanzan esas temperaturas. Se alimentan con madera de ramas, pallets o cajones y conservan el calor”, indicó. 

En total, se invirtieron 800 mil pesos para las siete. La intención es construir más y sumar pasantes, inversores e interesados. La comuna ya planteó su interés.

“La UNS, el CONICET, y la UTN se comprometieron a transferir los conocimientos, brindar su tecnología para profundizar el impacto social, sumar pasantes y articular con todos los actores para llevar adelante esta iniciativa”, dijo.

Los interesados en conocer más o participar pueden contactarse a través del Instagram @proyectoecoarcobahiablanca

 

Voluntarios y propietarios tomaron parte de la instalación